Hacer pizza casera es una actividad fantástica para disfrutar con los niños: les encanta amasar, pueden elegir los ingredientes -al menos los de su trozo – y, sobre todo, les gusta comer algo que han hecho ellos mismos con sus manitas.
La receta que solemos hacer en casa para una bandeja de horno es la siguiente:
340 harina
216 agua templada
8 sal
2 cucharadas de aceite
32 gr. levadura fresca (si no tenéis fresca se puede usar 10 gramos de levadura seca de pan)
Esta vez nosotros le pusimos encima:
Champiñones y calabacín.
Tomate frito
Aceitunas
Queso
Los ingredientes obviamente pueden cambiar según vuestras preferencias.
Para hacer la pizza:
Deshacer la levadura en el agua templada y añadir una cucharadita de azúcar. En un recipiente poner la harina y verter el agua con la levadura y el aceite. Amasar y cuando ya la masa es casi homogénea se añade la sal. Acabar de amasar, tapar con un paño húmedo o con papel de film engrasado con aceite y dejar a temperatura ambiente hasta que doble su tamaño, lo que dependerá de varios factores: el tipo de levadura, la temperatura de la habitación…
Mientras la masa fermenta se cortan las verduras a láminas y se saltean a fuego vivo.
Sobre una superficie enharinada se estira con el rodillo también enharinado para que no se pegue y traspasar a la bandeja de horno engrasada o forrada con papel vegental. También se puede estirar directamente sobre la bandeja.
Poner el tomate frito sobre la masa y encima las verduras.
Hornear a 220º hasta que la masa comienza a dorarse. Sacar y añadir el queso y las olivas y hornear un minuto más hasta que el queso se funda. Sacar y añadir aceite de oliva crudo u otro aceite a elegir (de cayena, de hierbas… ) y pimienta al gusto.
Y el resultado: