Quiero transmitir a través de esta carta mi más profunda indignación y vergüenza por el comunicado del Consejo General de Enfermería, y por la difusión en los medios de comunicación de esta “información” sin contrastar. Por ello quiero dar mi respuesta con el fin de aclarar las infamias vertidas en dicho informe.
“Estimado” Colegio General de Enfermería,
su informe es una sarta de barbaridades e incongruencias de las cuales se dirime que tienen ustedes muy poca comprensión lectora, mucha mala leche o más bien ambas cosas. Antes de continuar comentando de su informe quiero marcar un punto de inicio, algo que ustedes deberían haber leído cientos de veces si realmente han revisado los blogs de las doulas (incluído el mío) y de las asociaciones: LAS DOULAS NO ATIENDEN PARTOS. Las doulas no interpretamos analíticas, no hacemos tactos, no diagnosticamos y no le decimos a las madres lo que tienen que hacer. Las doulas acompañamos a la madre en el proceso, igual que siempre las han acompañado su tribu, sus comadres cercanas. Espero que haya quedado claro. A partir de aquí:
1- Mienten y difaman al decir que las doulas no existen (es una figura reconocida por la OMS) y mucho más al decir que las doulas pueden provocar hipoxia, daños cerebrales, rotura hepática, etc… Ustedes no aportan ni un sólo caso clínico ni un sólo estudio que ratifique sus palabras, simplemente porque no existen. Por el contrario hay numerosos estudios serios publicados en revistas médicas de prestigio que prueban el contrario. Aquí les dejo algunos:
*Documento de la OMS sobre los beneficios de las doulas como personal no sanitario, comparando los resultados de 21 estudios
*Evidencia de que las doulas favorecen la oxigenación fetal
*Informe Cochrane sobre los beneficios del acompañamiento contínuo durante el parto
*Evidencia sobre el efecto beneficioso de las doulas en los resultados perinatales en el bebé
*Evidencia sobre como el acompañamiento de las doulas ayuda a bajar el porcentaje de cesáreas
No sigo, pero hay cientos de estudios más, todos demuestran los beneficios del acompañamiento por parte de una doula, pueden comprobarlo ustedes mismos en este enlace
2- Su informe supone un ataque frontal a la autonomía de las mujeres, y un insulto a su inteligencia. Las mujeres somos las que deberíamos tener el poder de decidir dónde parimos, quién nos atiende y quién nos acompaña. Inferir que es competencia de la matrona decidir cúal es la persona adecuada para atender nuestro parto supone una infantilización de la mujer y un paternalismo insoportable. En su informe dan a entender una y otra vez que las doulas son peligrosas por sus consejos que llevan a las madres a decisiones erróneas que la ponen a ella y a su bebé en peligro. Las doulas no aconsejamos, simplemente ponemos a disposición de la madre información avalada por estudios científicos (como los estudios citados anteriormente que ustedes prefieren obviar), y es la madre la que toma las decisiones, de forma consciente y autónoma. Las mujeres son las que toman las riendas de su embarazo y su parto, no pobres niñas desamparadas a las que las doulas les comemos la cabeza para que hagan lo que nosotras queramos.
3- Ustedes simplemente no saben por donde les da el aire. En su informe de hecho ponen como ejemplo de opiniones y consejos de doulas dos artículos, uno sobre violencia obstétrica y otro que aconseja a las madres no dejarse hacer tactos en las últimas semanas del embarazo. Ambos están escritos por matronas, no por doulas. Ustedes, en su ceguera, prefieren difamar las opiniones que se salen de los obsoletos protocolos vigentes en la mayoría de los hospitales, antes que abrir los ojos a la lacra de la violencia obstétrica y unirse a las voces críticas que resuenan ya muy fuerte dentro del colectivo de las matronas, para provocar un cambio urgente y necesario en la atención perinatal en España. En lugar de ponerse del lado de las mujeres, ustedes exacerban su síndrome de Estocolmo haciendo frente junto a los verdaderos intrusistas de la atención al parto: los ginecólogos, que han acaparado en las últimas décadas la atención al parto normal, la primera y más importante competencia de las matronas, con resultados desastrosos en cuanto a resultados obstétricos, tasa de cesáreas y satisfacción de las madres.
4- Ustedes quedan en el más miserable ridículo al comparar a las doulas con una secta, al nombrar barbaridades como la sacerdotisa de la rosa blanca o al introducir la palabra canibalismo en un desesperado intento de conseguir el sensacionalismo suficiente para llenar titulares. En los 7 años que llevo de doula jamás he oído nada parecido a dicha sacerdotisa, de hecho al buscarlo en google los primeros resultados remiten a su informe y los siguientes a páginas de tarot. El intento de desprestigiar a las doulas comparándolas con la brujería recuerda demasiado a la caza de brujas que sufrieron las mujeres (especialmente las matronas, recordemos) en la Edad Media, y que se repite cada vez que las mujeres desean vivir su vida, su sexualidad y sus procesos de manera libre e informada.
Por cierto, en la RAE canibalismo: “Antropofagia atribuida a los caníbales.” En primer lugar comparar el consumir la propia placenta con alimentarse de otros humanos es de una estupidez pasmosa. En segundo lugar, si la madre decide comerse la placenta es porque a ella le da la gana, no porque su doula le haya obligado ni convencido para ello.
5- Este informe es un ejemplo clarísimo del provincianismo cateto del “esto se ha hecho así toda la vida”. Sería mucho más provechoso que miraran ustedes más allá de nuestras fronteras y vieran como en otros países (EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Australia….) las matronas y las doulas trabajan mano a mano a favor de los intereses de la mujer, con resultados muy beneficiosos, tanto a nivel obstétrico como de satisfacción de la mujer. Las doulas en otros países no hacen “faenas de la casa” como dice una de ustedes en su vídeo, sino que son bienvenidas en hospitales y paritorios, donde el personal sanitario está feliz de tenerlas porque facilitan su trabajo, se necesitan menos anestesistas y las intervenciones se reducen al mínimo. Les invito a ustedes a atender un parto en compañía de una doula experimentada, cosa que deberían haber hecho al menos una vez antes de quedar en evidencia con este escrito.
No puedo dejar de comentar sobre el “derecho del padre a presenciar el nacimiento”. En su informe repiten varias veces que es un derecho violado por la doula, que priva al padre de este momento. En primer lugar, como ya he dicho antes, es la madre quien decide quien debe estar en el parto, sea su pareja, su doula, su madre, su hermana o quien le de la gana. Obviamente, en la mayoría de los casos la madre decide que su pareja es la persona adecuada para acompañarla, y eso es fantástico, pero el presenciar el parto no es un derecho adquirido por el padre en la fecundación. En segundo lugar, si tanto les preocupan los “derechos” del padre, lo lógico es que impulsaran un cambio en los protocolos que impiden que la mujer se pueda acompañar de dos personas, tal y como se sucede ya en otros países. Recordemos que no hace tanto al padre tampoco se le permitía acompañar a su pareja en el parto, hasta que los protocolos cambiaron.
Por todas estas razones solicito la retirada del informe doulas.
Atentamente,
Marina Romanos
Enlaces:
Campaña para la retirada del informe doulas
Otras reacciones:
Alegaciones al Informe Doulas publicado por el Consejo General de Enfermería – Web de la Asociación El Parto es Nuestro
Informe Doulas ¿una conspiración? – Web de Dona Llum, asociación catalana por el parto respetado
Nota de la matrona Mª Angeles Martos en facebook
Las matronas temerosas y su crisis de identidad- Blog La Magia Cotidiana
Informe Doulas: Si Semmelweis resucitara- Blog Mimos y Teta
De dónde salimos las doulas- Blog Hermana Doula
La verdad legal sobre el informe doula- Blog Asociación Proyecto Besana